María Santísima de la Victoria luce nuevamente
en su hornacina tras los cultos de diciembre,
ataviada para el Tiempo Ordinario que mañana
comienza.
Para este tiempo, que se prorrogará hasta el
martes 16 de febrero (día anterior al comienzo
de la Cuaresma en el Miércoles de Ceniza), la
Virgen de la Victoria luce manto de terciopelo
color azul pavo y saya del S. XIX de procedencia
otomana, bordada a mano en oro metálico sobre
terciopelo burdeos. Ciñe la cintura de la
Santísima Virgen la lazada bordada en oro,
siguiendo la técnica de cartulina sobre malla,
por el bordador Alberto Muriel y bajo un diseño
de N. H. D. Juan Robles García.
Para la ocasión, sobre las sienes de la
Santísima Virgen reposa la corona de camarín
obra del orfebre Jesús Domínguez, así como el
puñal en plata de ley sobredorada del mismo
orfebre del año 1989.