Destellos de victoria, que son el primer anuncio del misterio de la Pascua, los que la Reina del Polvorín nos ofrece estos días con el regalo de su cercanía y la imagen que emocionará a cuantos se acerquen por la Parroquia por ser el mejor anuncio de la proximidad de la Semana Santa de Huelva. Ella es la victoria sobre el pecado y el signo y anticipo de la victoria definitiva sobre la muerte, cuando se cumplirá la palabra que está escrita: "La muerte ha sido devorada en la victoria”.

La Virgen de la Victoria ya nos espera en su paso para traspasarnos el alma con la espada de su belleza, agua pura y cristalina para santificar nuestra existencia, luciendo el majestuoso manto procesional –estrenado en 1990 con motivo del 50 Aniversario Fundacional de la Hermandad– bordado por las Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa del Convento de Santa Isabel de Sevilla, bajo un diseño de N.H.D. Rafael Infante Toscano, en el que el terciopelo azul de Lyon desaparece bajo torrentes de oro, y, completando su ajuar, la toca de sobremanto de estilo barroco bordada en oro y sedas por el mismo hermano y que estrenara con motivo de la imposición de la Medalla de Oro de la Ciudad en el año 1997.

Asimismo, reviste su talle con la saya y la cinturilla de la Coronación Canónica, bordadas en oro y sedas por Manuel Solano Rodríguez siguiendo un diseño de N.H.D. Juan Robles García, y el fajín del Teniente General de la Guardia Civil –Hermana Honoraria de esta corporación– Aramburu Topete se anuda con una delicadeza suprema en su cintura.

Luce sobre su tez un paño de tul bordado en hojilla confeccionado a mano en el siglo XIX. Dicha pieza, donada por un grupo de hermanos y devotos, guarda un armonioso diseño donde destaca la gran profusión de hilos de oro usados en su elaboración, así como también se distingue por sus grandes dimensiones de seis metros y medio de largo, haciéndolo una pieza única de un grandísimo valor.