El manto bordado de salida de la Virgen de la
Victoria es una obra realizada en oro y sedas sobre terciopelo azul
de Lyon entre los años 1988 y 1990 en el taller del Convento de
Santa Isabel de las Religiosas Filipenses Hijas de María Dolorosa de
Sevilla bajo un diseño de NHD Rafael Infante Toscano.
La Hermandad de la Victoria decidió el 13 de mayo de
1988 realizar un manto bordado para la Santísima Virgen, el cual
colmara el anhelo de los que con exaltada devoción querían
ofrendarle a la Madre de Dios semejante presea.
Se trata de una obra de alta estimación para la
Hermandad de la Victoria y para la ciudad de Huelva. Es, por tanto,
no solo una pieza de un tesoro de carácter suntuario, sino parte
fundamental de un legado de tipo espiritual, histórico y
sentimental. Estos valores residen de forma singular en lo que
simboliza para los hermanos y devotos de la Virgen de la Victoria.
Es patrimonio material e inmaterial de Huelva, porque en él se
aglutina el arte, la religión y la cultura de esta singular ciudad
andaluza, y esto hace que esta monumental prenda sea, para propios y
extraños, de un valor incalculable.
El manto de la Virgen de la Victoria, estrenado el 27
de octubre de 1990 en la procesión extraordinaria con motivo del 50
Aniversario de la Fundación de la Hermandad, convirtió en realidad
el sueño de muchos hermanos, fieles y devotos que no dudaron en
sumar sus humildes aportaciones a la suscripción popular “Operación
Manto”. Fue bendecido el mismo día por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D.
Juan Mairena Valdayo, Prelado de Honor de Su Santidad, Vicario
Judicial de la Diócesis y Canónigo Doctoral de la Santa Iglesia
Catedral de Huelva, quien felicitó efusivamente a la Junta de
Gobierno y al taller de bordados por lo que consideró una magnífica
obra de arte.
En esta procesión extraordinaria, la Virgen de la
Victoria recorría por primera vez las calles del Barrio Reina
Victoria bajo palio, accediendo a la calle B del mismo a través del
murete de cerramiento desde la Avenida Alcalde Federico Molina y
abandonándolo por el arco del acceso principal que da a la Plaza de
España. Anteriormente a esta fecha, ya lo había recorrido la
Santísima Virgen de la Victoria hasta en tres ocasiones. La primera,
en 1940, atravesando completamente el barrio para salir a la
Carretera de Sevilla durante el traslado procesional en andas desde
la Capilla de las Hermanas Teresianas –lugar donde había sido
bendecida la primitiva imagen– hasta la Parroquia del Sagrado
Corazón de Jesús, donde la Hermandad radica desde su fundación y
hasta nuestros días; la segunda, en 1953, completamente ataviada de
blanco –gracias al generoso ofrecimiento de la Hermandad de la
Macarena– durante la procesión extraordinaria con motivo de la
restauración de la imagen tras el incendio el Miércoles Santo del
mismo año; y la tercera, en 1989, de nuevo desde la Capilla de las
Hermanas Teresianas hasta la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús,
esta vez en traslado extraordinario tras celebrar de manera
excepcional con las religiosas cultos en su honor dentro del
Cincuentenario Fundacional de la corporación y el 75 Aniversario de
la llegada de la Compañía de Santa Teresa de Jesús a Huelva, a quien
la corporación acababa de nombrar Camarista Honoraria de la
Santísima Virgen de la Victoria.
Al año siguiente, la cofradía incluiría el Barrio
Reina Victoria en el itinerario de ida el Miércoles Santo, así como
en el de regreso en años posteriores, convirtiéndose así la
Hermandad de la Victoria también en la primera de las cofradías de
Huelva en atravesar durante su estación de penitencia este conjunto
histórico y singular dentro de la configuración urbanística de la
ciudad, al que sus peculiares características arquitectónicas y
urbanísticas le otorgan una gran originalidad dentro del contexto
geográfico andaluz, y el cual testimonia la presencia inglesa con
motivo de la explotación de las riquezas mineras de la provincia. |