El Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad de la Victoria
felicitan de todo corazón a la Congregación Religiosa Internacional
de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la
Caridad, al haberle sido otorgado a la institución el “VI Premio de
Derechos Humanos Rey de España” por su labor en favor de las mujeres
víctimas de trata y violencia de género, el cual fue entregado a la
hermana Teresa Valenzuela, Superiora general del instituto
religioso, por Su Majestad el Rey de España Don Felipe VI en la
mañana de ayer 13 de abril de 2015 durante una ceremonia celebrada
en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá.
LA HERMANDAD DE LA VICTORIA Y LAS ADORATRICES
Una entidad ligada a la historia de esta Hermandad desde que tras el
anuncio de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la
Victoria en 2008 la corporación decidiera realizar la obra social
que acompañara a la misma en San Francisco de Macorís (República
Dominicana) de la mano de las Hermanas Adoratrices.
El Taller de Formación Profesional Ocupacional Virgen de la Victoria
(especialidad en repostería industrial) es desde su nacimiento y hoy
por hoy la más hermosa joya que brilla cada día en la corona de la
Santísima Virgen, aun encontrándose a 6.500 kilómetros de nosotros.
Gracias a su construcción y acondicionamiento, la Hermandad de la
Victoria ha permitido que anualmente 50 jóvenes marginadas por la
prostitución y los malos tratos aprendan un oficio con titulación
oficial expedida por el Gobierno de la Republica Dominicana a través
de INFOTEP (Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional), el
cual las capacita para el ejercicio de una profesión y para ganarse
el sustento de su vida. Estas jóvenes forman parte de un programa
asistencial, de capacitación y formación integral que realizan las
Adoratrices en San Francisco de Macorís, el cual pretende capacitar
laboral y socialmente a un grupo numeroso de mujeres en esta
situación. El programa incluye las áreas de formación académica y
profesional, salud, atención a la familia, alimentación y vivienda.
La Hermandad de la Victoria realizó esta buena obra en 2012 y se
comprometió a seguir sosteniendo el proyecto -el cual abre tantas
posibilidades de promoción a unas mujeres que desde entonces
sentimos tan próximas a nosotros- destinando anualmente al mismo su
mayor partida en obras de caridad y asistencia social. La mejor
corona somos nosotros mismos, cuando unidos en el amor mutuo y
solidario estrechamos los lazos de nuestra fraternidad y nos
comprometemos seriamente en la ayuda generosa y constante al hermano
que sufre y está necesitado.
HISTORIA DE LAS ADORATRICES
La Congregación Religiosa Internacional de las Adoratrices Esclavas
del Santísimo Sacramento y de la Caridad se fundó en la España de
mediados del XIX con un carisma volcado en la ayuda a las mujeres
oprimidas.
En 159 años, aquella semilla surgida en Madrid al calor del coraje y
el tesón de una mujer excepcional, Santa María Micaela, ha sido
trasplantada con éxito a 23 países. Gracias a ella, mujeres en
situación de riesgo a causa de la violencia o de la precariedad, o
por desconocimiento de sus derechos, han encontrado a quienes
estaban dispuestos a ayudarlas y acompañarlas en su camino hacia la
libertad.
La tarea de devolver a los oprimidos la libertad es asumida por las
Adoratrices como su razón misma de existir. Estas mujeres tienen la
valentía de denunciar la realidad actual de la esclavitud que, con
distintos disfraces, subyace bajo las diversas formas de trata y
violencia que padecen muchas jóvenes y mujeres en todo el mundo.
Esta nueva esclavitud, que aparece a veces bajo formas menos
visibles, puede venir asociada a realidades deplorables como el
tráfico de personas o la delincuencia organizada que debemos saber
diagnosticar correctamente y afrontar con firmeza y determinación.
Para reconocer esta realidad y combatirla eficazmente resulta
preciso incorporar un enfoque de derechos humanos que nos permitirá
poner a las víctimas, su protección y atención, en el primer orden
de prioridades.
Nuestra sociedad ha dado pasos importantes en la lucha contra la
violencia de género y también en la lucha contra la trata de
personas, pero el éxito de nuestros esfuerzos requerirá en muchos
casos de un trabajo eficaz y continuado también más allá de nuestras
fronteras. La dimensión transnacional de la trata supone un desafío
contra el que hay que combatir. Las Adoratrices nos dan ejemplo, una
vez más, con su red de atención que abarca Europa, África, América y
Asía.
Su voz en pro de los derechos de la mujer es la misma de tantas
mujeres que han sido privadas de ella. Todos deseamos que esa voz no
calle, que se abra paso hasta muchos oídos, que resuene en las
conciencias y que llegue allí donde sea necesario para mejorar
siempre la realidad de las personas más vulnerables y
desfavorecidas. Tenemos en las Adoratrices un magnífico ejemplo de
la fuerza de cambio que supone el compromiso. Ellas nos enseñan “a
releer los signos de incertidumbre e inseguridad como oportunidad y
esperanza”.
Por todo ello, como españoles y como Hermanos de la Hermandad de la
Victoria, queremos y debemos subrayar nuestro orgullo por el hecho
de que nuestro país haya ofrecido y continúe ofreciendo al mundo
personas como las Adoratrices, con esa capacidad de proyectar un
noble ideal a través de las sucesivas generaciones, así como porque
nuestra corporación haya contribuido, contribuya y siga
contribuyendo con la construcción y el mantenimiento de la obra
social de la Coronación Canónica de María Santísima de la Victoria
al buen hacer de las Hermanas Adoratrices, digno de elogio y apoyo.
Gracias por vuestra tarea que, de todo corazón, deseamos se vea
alentada con este premio.
EL PREMIO
El Premio de Derechos Humanos Rey de España, instituido con carácter
bienal y de forma conjunta por la Cátedra Democracia y Derechos
Humanos de la Universidad de Alcalá y por el Defensor del Pueblo de
España, tiene por objeto premiar a las entidades de naturaleza
pública o privada que se hayan distinguido, en España, Portugal y
demás países Iberoamericanos, en la defensa, promoción y realización
de los derechos humanos y los valores democráticos, o que hayan
impulsado la investigación o la puesta en práctica de los programas
de actuación dirigidos a promover estos valores.
El mismo está dotado con la cantidad de 25.000€.
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