En la madrugada del pasado martes se concluyeron por parte del grupo
de Priostía de la Hermandad los trabajos de desarmá del majestuoso
paso de palio que cada Miércoles Santo da cobijo por las calles de
Huelva a la Reina y Soberana del Polvorín y se reanudaron las
labores de limpieza.
El Señor de la Humildad y la Santísima Virgen de la Victoria han
regresado a sus respectivos altares en la capilla de la Hermandad, donde
presiden durante el resto del año y desde donde reciben las
oraciones de los Hermanos y fieles, las súplicas de sus devotos y
los ruegos de los cristianos que buscamos su auxilio.
Nuestra Excelsa Madre y Señora nos anuncia el
tiempo de Pascua ataviada con manto de damasco blanco, saya
color crema brocada en oro y sedas de colores y tocado blanco de
seda natural. En su cintura se anuda con una delicadeza suprema
un cíngulo de agremán en oro. Sobre sus sienes luce la corona en
plata de ley sobredorada obra de Jesús Domínguez del año 1954,
en la cual se reproducen las letanías de la Virgen en diminutas
cartelas. En su mano derecha la Madre de Dios porta pañuelo
blanco de encaje de bolillos y ramillete de flores de talco. El
conjunto se completa con una cruz pectoral a juego con un puñal,
ambos en plata sobredorada, enriquecidos con aguamarinas y
topacios azules.
Por su parte,
Nuestro Padre Jesús de la Humildad luce la túnica blanca de
sarga, así como porta cordón de seda color mostaza y gemelos en
plata dorada con ámbar. En el cordón y a la altura de su pecho
luce alfiler de plata y amatista. El conjunto se completa con
las potencias en plata sobredorada de Seco Velasco del año 1942.