En la noche del pasado viernes y en la mañana de hoy domingo
tuvieron lugar el segundo y tercer ensayo de la cuadrilla de
Hermanos costaleros del Señor de la Humildad y de la Santísima
Virgen de la Victoria respectivamente, los cuales tendrán la enorme
dicha y responsabilidad de portar los pasos de Nuestros Sagrados
Titulares en la próxima Estación de Penitencia del Miércoles Santo.
Monseñor Vilaplana Blasco quiso ofrecer al
grupo de costaleros unas palabras de estímulo para que sigan
ejerciendo su servicio con sentido, con pasión y con cariño. A
medida que ha ido conociendo nuestra Semana Santa, explicaba el
obispo, ha comprendido que el costalero aprovecha el momento de
ir debajo del paso para rezar por tantas y tantas intenciones,
cumplir promesas y, en definitiva, para convertir su trabajo en
el momento personal de oración y agradecimiento de cada uno.
Don José hizo
una comparación con Cristo el Buen Pastor, quien sobre sus
hombros lleva la oveja perdida, compartiendo con los presentes
el pensamiento de que, realmente, Cristo es nuestro costalero,
en quien apoyamos nuestra vida, en quien hacemos descansar
nuestras inquietudes y en quien buscamos la orientación para
nuestro futuro.
Acompañadas de
numerosos Hermanos y público en general que quisieron disfrutar
de esta tradición, las parihuelas de ensayo discurrieron por el
recorrido habitual en los días y noches de este tiempo de
Cuaresma bajo las órdenes de N.H.D. José Moreno Toscano y
N.H.D.Enrique Izquierdo Salguero y de sus auxiliares, pudiéndose
observar el magnífico trabajo preparatorio de los capataces y
costaleros de nuestra Hermandad.