“María, nuestra Reina, está de pie, a la derecha de Cristo,
enjoyada con oro, vestida de perlas y brocado”.
Con esta antífona, y tras el rezo del Santo Rosario, comenzaba
ayer 5 de mayo –martes de la V semana de Pascua en la que nos
encontramos– en nuestra Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús
la Solemne Función Conmemorativa de la Coronación Canónica de la
Virgen de la Victoria presidida por el Ilmo. Sr. D. Manuel Jesús
Carrasco Terriza, capellán del Monasterio de Santa María de
Gracia, canónigo del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de
Huelva y secretario-canciller de la diócesis.
Durante la Eucaristía, se pidió, entre otros, por los pobres y
necesitados, muy especialmente por las mujeres marginadas por la
prostitución de la Republica Dominicana, para que en la Obra
Social de la Coronación, el Taller de Formación Virgen de la
Victoria de San Francisco de Macorís, y con el apoyo de las
Hermanas Adoratrices, sigan encontrando la ayuda para que puedan
salir de su situación y vivir con dignidad.
Entre los invitados, se encontraban las Hermanas Teresianas,
Madrinas de la Coronación Canónica y Camaristas Honorarias de la
Santísima Virgen, el Subdelegado del Gobierno en la Ciudad
acompañado de su esposa, los coordinadores de los actos y cultos
de la Coronación y de la Obra Social respectivamente, así como
el hermano mayor de la Hermandad de la Purísima Concepción y
Triunfo de Cristo, y el presidente de la junta gestora de la
Hermandad de las Tres Caídas, entre otros.
Desde que se abrieron las puertas de la parroquia, muchos fueron
los Hermanos y fieles devotos que acudieron a su encuentro con
la Victoria en un día tan especial. Muchos fueron los momentos
de emoción a sus plantas con los que iban a dejarle sus
ofrendas, sus oraciones, sus súplicas…
Tras el canto de la salve a la Santísima Virgen por parte de
todos los fieles congregados y concluida la celebración, el
Hermano Mayor hizo entrega al Coordinador de la Obra Social de
la cantidad que desde 2012 la corporación se comprometió a
destinar cada año para el sostenimiento de la misma tras su
construcción y acondicionamiento, la mayor partida anual de la
Hermandad en obras de caridad y asistencia social. “La mejor
corona somos nosotros mismos, cuando unidos en el amor mutuo y
solidario estrechamos los lazos de nuestra fraternidad y nos
comprometemos seriamente en la ayuda generosa y constante al
hermano que sufre y está necesitado”.
Finalizado el acto, se dejó paso al gran número de Hermanos y
fieles que se reunieron en torno a la Virgen de la Victoria para
contemplarla de cerca y realizar sus fotografías.
Para la ocasión, la Santísima Virgen de la Victoria, lucía manto
de damasco celeste así como la toca de sobremanto bordada en oro
y sedas estrenada en 1997. Asimismo, revestía su talle con la
saya de Esperanza Elena Caro de 1954, bordada –bajo un diseño
propio– sobre tisú de plata a base de oro y sedas, y el fajín
del General de la Guardia Civil –Hermana Honoraria de la
corporación–D. José Antonio Hurtado Notario se anudaba con una
delicadeza suprema en su cintura. Su divina faz se enmarcaba en
un tocado de blonda de tul bordado grisáceo, el cual imprimía un
brillo singular al semblante de la Madre de Dios. Entre otras
joyas –como la Medalla de la Hermandad de Nuestra Señora de la
Cinta–, lucia sobre su pecho la Medalla de Oro de la Ciudad y el
emblema de oro de la Coronación, y sobre sus sienes la corona de
oro y brillantes de la Coronación Canónica realizada por Joyería
Manuel Valera –única corona de oro de joyería con la de la
Virgen de la Cinta–, la que donara el pueblo de Huelva para
sellar su amor por siempre jamás a María Santísima de la
Victoria y que en su relicario guarda parte del velo de la
Virgen María.
Intervino el Coro de la Familia Teresiana de Huelva.