Sin lugar a dudas una
jornada histórica e inolvidable para esta Hermandad y todos los
peregrinos asistentes, que sirvió además para estrechar los lazos de
unión ya existentes entre esta Corporación y la Hermandad Matriz,
unidos siempre en la propagación Universal de la devoción a la
Santísima Virgen María, en las dos advocaciones marianas que más
hondo calan entre todos los onubenses: Victoria y Rocío.
Desde estas humildes líneas mostramos nuestro más profundo
agradecimiento a todas las personas que han colaborado en este acto,
en particular a nuestro Director Espiritual que nos acompañó andando
durante toda la jornada, a la Hermandad Matriz de Almonte, a la
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y sus Párrocos, al Coro
de la Hermandad de Nuestra del Rocío de Huelva, y por supuesto al
personal de los camiones de apoyo, que durante toda la jornada nos
proveyeron de todo lo que necesitábamos en cada momento.
Gracias de todo corazón y viva la Virgen del Rocío!
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