La Coronación de María
en el siglo XXI, era el título de la conferencia que el
Arzobispo de Valladolid y Vicepresidente de la
Conferencia Episcopal, Monseñor Ricardo Blázquez,
pronunció ayer en la Casa Colón, abriendo el ciclo de
conferencias que la Hermandad ha programado en el
programa de actos y cultos previos a la coronación
canónica de la Santísima Virgen. Afirmó sentirse como
"un cofrade más" y que eso le permitía unirse a la
devoción a la Santísima Virgen de la Victoria. Además
felicitó a la Hermandad por su obra social porque
confluirá en la coronación siendo un hecho relevante
para la ciudad, la Hermandad y para él mismo.
Agradeció esta
invitación que le hace la Hermandad, enmarcándola en la
relación que desde hace bastantes años mantiene con
Huelva, habiendo participado en distintos encuentros.
Además agradeció las palabras que D. Diego Capado,
Vicario Episcopal para la Celebración de la Fe, le
dedicó en su presentación recordando, entre otras, su
estancia en la ciudad con ocasión de la visita
apostólica de Juan Pablo II a nuestra Diócesis.
Monseñor Blázquez
pronunció una conferencia con grandes contenidos,
cautivando a todos los presentes, comenzando con el
sentido antropológico del significado de una corona para
terminar en cómo la Iglesia corona a la Madre de Dios.
Así mismo afirmó que "la coronación de una imagen es una
acción exterior de orden ritual" y advierte que "sino
queremos que quede en lo aparente y sea una vivencia
interna es conveniente que se prepare convenientemente".
Es "poner en comunicación lo externo con lo interno", y
que "lo hacemos porque procede del corazón" para que
"todo fluya en la coronación de la Virgen".
En el transcurso de la conferencia, Monseñor Blázquez se
refirió al significado que da el hombre a la corona como
dignidad, en el sentido antropológico, diciendo que "la
corona en otras culturas constituye la excelencia de los
Dioses", como ocurría en las sociedades griega o romana.
En la cuestión de por
qué coronar a la Virgen con corona de reina, Monseñor
Blázquez nos remite al Concilio Vaticano II, que en su
último capítulo se refiere a la relación de la Virgen en
el misterio de Cristo y de la Iglesia. Así habló de
María en su condición de discípula de Jesús, de su
compromiso, de cómo recoge la gracia de Él. Afirmó que a
María se le llama reina por su participación en la
redención y es por esto que el hombre siempre la verá
con corona, siendo esta una manera de expresar de manera
externa la dignidad que tiene como Madre de Jesús.
Fotos:
Matías Contreras Rojano y José Ángel Márquez |