El sábado 14 de mayo de 2011 pasará, sin
duda, a la historia de la ciudad de Huelva, por poder
ver juntas dos advocaciones marianas de tanto calado en
nuestra ciudad, como son Rocío y Victoria.
Centenares de personas se aglutinaban desde primeras
horas de la tarde esperando tal acontecimiento, que
formaban una marea humana llena de fervor mariano en
torno a la Virgen del Rocío y la Virgen de la Victoria.
Pasadas las 10 de la noche, hacía su entrada en la
Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús el Simpecado de
la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío
de Huelva, para visitar a la Santísima Virgen de la
Victoria, que se encuentra situada, desde el pasado día
5 en el altar mayor del Templo, con motivo de su
coronación canónica el año que viene.
El Simpecado fue recibido con una salva de cohetes y una
lluvia de pétalos en el interior de la Parroquia y con
palmas por Huelva, acompañadas de unas sevillanas
interpretadas por el Coro de la Hermandad de Montemayor
de Huelva, a continuación sevillanas con letras para
esta ocasión de Jesús Vieira y los fandangos de Beatriz
Romero emocionaron a los presentes. Poco a poco fue
avanzando por el pasillo central de la iglesia hacia el
altar mayor para colocarse junto a la Reina del
Polvorín, hecho este que fue recibido con gran júbilo
por todos los devotos allí presentes.
Ya con el Simpecado colocado a la derecha
de la Virgen de la Victoria, toma la palabra el Hermano
Mayor de la Hermandad, D. Isidoro Olivero, quien
agradece a la Hermandad del Rocío de Huelva tan grata
visita, a la misma vez que recuerda emocionado el
vínculo personal y de su familia con el Simpecado de la
Hermandad de Huelva, añadiendo: "Hoy, cofrades y
rocieros, somos todos hijos de María Santísima".
Luego toma la palabra el presidente de la Hermandad de
Huelva, D. Juan Ferrer, recordando el apoyo que la
Hermandad rociera onubense prestó a la coronación
canónica de la Santísima Virgen del Rocío en 1919 y que
ahora tienen el orgullo de repetir para la Virgen
Victoria. Dichas estas palabras, D. Juan Ferrer hizo
entrega del pergamino de adhesión, quedando por escrito
el apoyo de todos los rocieros de Huelva a la ansiada
coronación de la Reina del Polvorín. Dicho pergamino fue
depositado a los pies de la Santísima Virgen de manos
del Hermano Mayor de la Victoria, gesto este que fue
ovacionado por todos los presentes.
A continuación toma la palabra el Hermano Mayor de
Huelva para la romería de este año, D. Francisco
Zambrano, que emocionado dijo "esta siempre será mi
Parroquia" y lanzando vivas a la Virgen de la Victoria,
a la Virgen del Rocío y a la Madre de Dios, respondiendo
todos los corazones de los devotos y con palmas por
Huelva.
Después de estas intervenciones, se le
entrega a la Hermandad del Huelva por parte de la
Victoria, un cuadro con una imagen en azulejo de la
Reina del Polvorín y el emblema de la coronación para
toda la junta de gobierno de la Hermandad rociera.
Por último, el Párroco del Polvorín, D. Miguel Fuentes
Naranjo, invita a todos a cantar "Salve Madre", hecho
este que fue cantado por los presentes con toda la fe y
el cariño posible. Después de este canto, el Simpecado
se dispone a abandonar el templo, manteniéndose siempre
de cara al altar mayor, en actitud de respeto y cariño
hacia la Reina del Polvorín y al llegar a la puerta una
nueva salva de cohetes y fuegos artificiales despiden al
Simpecado rodeado de cientos de devotos y recibiendo una
gran petalada en la calle Puebla de Guzmán, en el mismo
sitio donde la recibe la Virgen de la Victoria cada
Miércoles Santo, acompañada de más sevillanas y más
tarde algo similar en la puerta de la Casa de Hermandad
de la Victoria.
Sin duda, todos coinciden en la dulzura y
la emoción de lo vivido en el Polvorín, sirviendo de
gran prólogo para todos los momentos que nos quedan por
vivir hasta la coronación de la Virgen de la Victoria el
próximo 5 de mayo de 2012.
Foto: José Ángel Márquez