Coronación Canónica de María Santísima de la Victoria

 

Boceto de la Corona de Oro para
la Virgen de la Victoria

 

SIMBOLISMO Y ALEGORÍA DE LA PRESEA
 MARÍA, VICTORIA Y GUÍA

La Reina del Polvorín, Nuestra Excelsa Madre, María, es Victoria y Guía, Mediadora Universal. Es Ella modelo de compromiso y entrega que nos acerca a Dios brillando como Estrella de la evangelización indicándonos el camino que lleva a Cristo y a la plena unidad de sus discípulos.
Sea María Santísima de la Victoria la que dirija hacia la inmortalidad a los que peregrinamos en este mundo, antecede con su luz al Pueblo de Dios como signo de esperanza y consuelo, para que allí podamos también gozar de su protección por la gracia y el amor hacia todos los hombres de su Hijo Primogénito, Nuestro Señor Jesucristo.
“Nuestra excelsa Madre es el lucero que nos guiará, aun en las sequías y vacíos del alma, hasta el encuentro con Cristo. Es Ella nuestro modelo perfecto de vida cristiana”
María es Victoria en sí misma, llena de gracia, Madre de Dios y Madre Nuestra, es Victoria desde el principio de los tiempos. Concebida Inmaculada, ya desde ese mismo instante vence al Pecado Original de nuestros primeros padres.
No existe otra advocación mas ligada al propio nombre de María, ya que la Victoria la acompaña durante toda su vida terrenal e incluso en el Tránsito y Gloriosa Asunción a los cielos. La Santísima Virgen aplasta con su talón al Mal en su carácter inmaculista, tal como anunció Dios a la Serpiente en el Paraíso Terrenal; María vence a la Muerte en su carácter Asuncionista; María es coronada como Reina de los Cielos y Tierra por el Padre y el Hijo, justo colofón a su Triunfo Universal.

“María es Victoria en sí y por sí” 

LA ROSA DE LOS VIENTOS

La bendita corona con la que el pueblo de Huelva sellará su amor a María Santísima, Reina del Polvorín, proclamará al mundo que María es Victoria y Guía de la humanidad.
Una Rosa de los Vientos convertida en corona ceñirá las sienes de María Santísima de la Victoria; cual Nuestra Excelsa Madre nos guía y orienta en este valle de lágrimas, la Rosa de los Vientos nos ha orientado desde siglos pretéritos.
También llamada Rosa Náutica, es un círculo que tiene marcados los rumbos en los que se divide el horizonte. El canasto de la corona con sus ocho lados seguirá la morfología de la Torre de los Vientos o Torre de Vitrubio, en cuyos lados se hacia referencia a los ocho vientos principales orientados según la Rosa de los Vientos, estando rematada dicha construcción por una veleta que apuntaba a cada uno de ellos.
Sobre los 32 rumbos del horizonte que aparecen repartidos por el canasto de la presea, al igual que en la Rosa de los Vientos, se alza recordando a la Torre de Vitrubio una particular veleta; la Niké triunfante aplastando al Mal encarnado en los 8 vientos principales.
María es Victoria sobre el Mal, el Triunfo sobre el Pecado, es la mujer que ha hecho posible que la Salvación llegue a los Hombres. Ella es quien guía y guiará los designios de sus hijos, como modelo perfecto de vida cristiana e intercesora ante Dios Nuestro Señor. 
La Rosa de los Vientos; el amor de un pueblo hecho corona, recuerdo perpetuo de la
devoción de Huelva a María Santísima de la Victoria. Una corona que llevará fundido de por vida en su oro retales de recuerdos y vivencias de miles de onubenses que en la primavera de 2012 verán cumplido tan largo anhelo; ver coronada canónicamente a la Santísima Virgen, hecha Reina en el Polvorín y Bendita Madre de Huelva.

La Torre de los Vientos o Torre de Vitrubio, del siglo I, aquí representada por este faro guía, por un lado, y por el otro la Rosa de los Vientos o Rosa Náutica, herramienta orientadora de los primeros navegantes, se convierten en los ejes vertebradores simbólicos de la nueva presea para la Virgen de la Victoria en el especial día de su próxima Coronación Canónica. La Rosa de los Vientos fue una excelente referencia en las cartas marinas en la que se mostraba la dirección de los ocho vientos principales. Las más antiguas rosas de los vientos de las que se tiene noticias son las que aparecen en las cartas de navegación del siglo XIII manejadas por los navegantes españoles e italianos.
En ellas, los ocho puntos cardinales aparecían marcados con las iniciales de los principales vientos, si bien en ocasiones el punto cardinal Este aparecía señalado con una cruz, en tanto que el Norte lo hacía con una flor de lis.
 

32  SON LOS RUMBOS Y 32 SON LOS ÁNGELES QUE APARECEN EN EL CANASTO DE LA CORONA, LOS CUALES SE PUEDEN CLASIFICAR EN  TRES GRUPOS DIFERENTES

+ Ocho angelotes forman parte de las pilastras que seccionan el canasto en ocho paños diferentes. Éstos se han diseñado a semejanza de los que aparecen en el basamento de los varales del palio que a su vez el genial orfebre Jesús Domínguez  tomó de la “Fuente de la Fama” en Madrid.
+ 16 querubines, dos por cada paño del canasto, que sirven de base a cada uno de los 8 pebeteros en llamas que se intercalan entre los imperiales de la corona.
+ Y por último uno de los detalles más característicos de la corona; sirviendo de arranque para los imperiales aparecen ocho rostros de angelotes con los carrillos hinchados y los cabellos al aire que encarnan los ocho Vientos Principales, cuyos nombres son: Bóreas(N), Kaikias(NE), Euro(E), Apeliotas(SE), Noto(S), Lips(SO), Céfiro(O) y Skiron(NO).
Todos ellos suman 32, que repartidos de forma equidistante a lo largo de la circunferencia del canasto componen una singular Rosa de los Vientos.

LA TORRE DE LOS VIENTOS, O DE VITRUBIO

(La Torre de los Vientos en el ágora romana de Atenas)

La Torre de los Vientos es un edificio en forma de torre, de planta octogonal construido en mármol, sito en el ágora romana de Atenas. Se trata de un Horologion o reloj. Su constructor fue Andrónico de Cirro del siglo I a. C. (50 a. C.). . Sus dimensiones son 12 metros de altura y casi 8 metros de diámetro.
Se hallaba dotada con nueve diales de reloj de sol, un clépsidra o reloj de agua en su interior, brújula y posiblemente una veleta ubicada en el tejado con la que apuntaba a cada uno de sus ocho lados, que representa una dirección del viento según la rosa de los vientos, orientados a los puntos cardinales, muestra un relieve que representa al viento asociado a ese punto: Bóreas (N), Kaikias (NE), Euro (E), Apeliotas (SE), Noto (S), Lips (SO), Céfiro (O), y Skiron (NO).
Utilizada como torre de iglesia durante la era bizantina, a comienzos del XIX se hallaba parcialmente enterrada, pero fue excavada por la Sociedad Arqueológica Griega.

LA NIKÉ

En el centro de nuestra particular Rosa de los Vientos y como singular veleta, recordando a aquella que remataba la Torre de los Vientos, una imagen de la Victoria de Samotracia, la Diosa griega de la Victoria aparecerá coronando el canasto de la presea.  La Niké aplasta al Mal encarnado en los ochos vientos principales, vientos a los que se alude en la Biblia en sentido profético, maléfico, como castigo divino, mensajeros de Dios o ejecutores de su voluntad.

En el Apocalipsis (7,1) se habla de “cuatro ángeles en los cuatro ángulos de la Tierra  que retenían los cuatro vientos de la Tierra, para que no soplase el viento ni sobre la Tierra ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol”. Jeremías afirma: “Él levanta las nubes del extremo de la Tierra hace romper con los relámpagos la lluvia y saca de sus depósitos el viento”.

Con toda esta escena que concluye el canasto de la corona en su parte superior se pretende representar alegóricamente el Triunfo de la Santísima Virgen sobre el Pecado Original, la Victoria de María que aplasta con su talón al Mal. María es Victoria en sí y por sí.

La Victoria alada de Samotracia o Niké de Samotracia es una escultura en bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico. Se encuentra en el Museo del Louvre, París. Se representa como una figura femenina con alas posándose sobre la proa de un navío, que actúa de pedestal de la imagen, cuyo cuerpo presenta una leve y graciosa torsión. Va envuelta en un fino chitón y un manto, ropajes que se adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía, tratamiento éste que recuerda a la denominada técnica de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias. El manto forma un rollo sobre el muslo derecho para caer luego entre las piernas, dando lugar a una composición muy característica en otras figuras femeninas de la misma época.

 

RELIQUIA DEL VELO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

 

En el eje central de la corona y portada por la Niké lucirá una muy especial reliquia; un pequeño trozo del Velo de María Santísima, la de Nazaret, a la que nuestra corporación rinde culto cada 5 de Noviembre, Festividad de las santas Reliquias. Es ésta la más destacada reliquia que la corporación posee, formando parte de una de las Lipsanotecas más importantes de Andalucía, donada a la Hermandad por D. Antonio Barrero Avilés. En el interior de la teca se puede observar un pequeño trozo de tejido proveniente del velo que llevó la propia Virgen María hace mas de dos mil años.

La reliquia del Velo de la Santísima Virgen está debidamente autentificada por el Vaticano mediante un documento oficial firmado y rubricado llamado “Auténtica”, sin el cual la Iglesia prohíbe el culto público de la misma.

 

 

(Autentica de la reliquia del velo de la Virgen María)
 

LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO, O EL TRANSPARENTE DEL VATICANO
 

 

(Cátedra de San Pedro en el Vaticano)
 

El relicario que custodia la reliquia del Velo de la Santísima Virgen es una recreación del altar que se encuentra situado en el ábside principal del Vaticano. Bernini realiza entre 1651 y 1666 este altar, dentro del cual se encuentra la cátedra de San Pedro.
Este se trata de un altar transparente en el que la luz es utilizada como un elemento de la composición. La luz pasa a través de un vitral donde es transformada por el color de éste, configurando la Gloria y en el medio de ésta se encuentra una paloma, simbolizando el Espíritu Santo.
Bajo el Espíritu Santo se sitúa la supuesta cátedra de San Pedro, recubierta de bronce con relieves sobredorados, en realidad es un relicario que contiene restos de una silla de madera y marfil que, según la tradición, la usaba el mismo San Pedro. Ésta se encuentra ingrávidamente sostenida y custodiada por cuatro figuras colosales de seis metros que representan los Santos Padres de la Iglesia, dos de la iglesia occidental y dos de la oriental.

 


MANUEL VALERA PÉREZ
Orfebre, joyero y diseñador.
 

D. MANUEL VALERA PÉREZManuel Valera Pérez, conocido joyero y orfebre cordobés, nacido en 1966, llega al mundo del diseño y la joyería como una consecuencia lógica, tras su afición por lo artístico en general y su paso por la escuela de Artes.

 A ello hay que unir su sentimiento cofrade desde muy joven y su dedicación profesional al diseño y realización de joyas, todo ello le conduce inevitablemente a dedicarse profesionalmente a la orfebrería artística. Como referentes artísticos se siente identificado y seguidor de los grandes orfebres sevillanos del siglo pasado Cayetano González y Jesús Domínguez Vázquez.

Cuenta en su haber con multitud de obras realizadas entre las que destacaremos las siguientes: Cruz alzada en plata para la hermandad de la Vera Cruz de Andujar, Naveta para la hermandad del Valle de Sevilla, Inmaculada y Asunción para la Hermandad de la Candelaria de Córdoba, Broche para la Virgen de la Estrella de Sevilla, llamadores de la Vera Cruz de Andujar y Coronación de la Hermandad del Valle de Sevilla, báculo de oro y pedrería para la Divina Pastora de Cantillana, potencias de oro para el cristo de la Expiración   de  Córdoba, nimbo de plata para la Verónica de la Hermandad del Valle de Sevilla, puñal de oro para la Virgen de la Merced de Córdoba, potencias de oro para el Cristo de la Conversión de la Hermandad de Montserrat se Sevilla, potencias en oro para el Cristo de la Agonía de Málaga, potencias en oro para la Coronación de Espinas de la Hermandad del Valle de Sevilla, potencia en oro para  la Humildad y Paciencia de Córdoba,  puñal en oro para la Virgen de las Penas de Málaga, potencias en oro para el Señor de la Sentencia de Málaga.

Así mismo ente las coronas destacaremos las siguientes: corona en plata para la Virgen de Nazaret de Montilla, corona para la Virgen de Montserrat de Sevilla, corona en plata para la Virgen de la Soledad de Córdoba, corona y cetro para María Auxiliadora de Málaga, corona  y cetro para la Virgen de los Remedios de Málaga, corona en oro para la Virgen de las Penas de Málaga, corona de oro y cetro para la coronación Canónica de la Virgen de la Oliva de Salteras, (Sevilla), diadema en oro para la Coronación Canónica de nuestra señora de las Angustias de Valladolid, corona de oro de la Coronación de la Virgen del Valle de Sevilla, coronas y rostrillo en oro para Nuestra Señora de la Cabeza de Andujar (Jaen).

 

 

            HUELVA